Otakus Sevilla  23 abr 2017

Recuerdos atrapados en una brizna de pasado que se aleja con el viento

Incluso ahora, en el fondo de mi ser, se que el peso de tu recuerdo, la intensidad del aroma de tu existencia, el grado del fulgor de la sonrisa que una vez me dedicaste es mayor que el resto de cadenas y que eclipsa al resto de sombras proyectadas por los demonios guardianes de los laberintos de la mente.

Se que donde te encuentres realmente, allí es donde nada se debe temer. Y sin embargo el olvido es muerte y por cualesquiera que sean las razones, no es sino muerte la que siempre he creido encontrarme al paso. ¿Por qué no dejo sino de encontrar desaparecido de mi cabeza el recuerdo de tan bellas palabras y sublimes actos tanto en el dia al despertar como en el ultimo instante de mi consciencia antes de cerrar los ojos por la noches? ¿A dónde van a parar todas esas experiencias tras la espiral sin fin que entraña el paso de las lunas, y los años que ellas arrastran?

¿Son mis fallas como persona y confidente vital, de toda tu compresión y afecto las que ensucian el nombre de tu bello credo? ¿O son sinsabores necesarios para justificar el comienzo de una leyenda y la realización de nuestro sueño en esta tierra?

¿Fantasias eternamente condenadas a ser postergadas, formando parte de los delirios necesarios para alimentar el ego de un loco o realmente visiones a carboncillo, sutiles esbozos de una realidad que bien podría materializarse?

Ni siquiera quiero empezar a imaginar que esto y puede que mas incluso solo depende de mi. No quiero soportar el peso que recae sobre mis hombros al imaginarme tal concepto. No quiero ver hasta donde llega el alcance de las cadenas ni de hasta donde habría de arrastrarme para optar a llegar a tener entre las manos las llaves para liberarme de su yugo, del que parece ya que por momentos que hubiera aceptado a llevar, como forma de resignación.

Pero es que tampoco quiero una sensación de libertad falsa cuya verdadera identidad alcanzare a entrever eventualmente. En este momento, como siempre ha sido y siempre será no concibo ese concepto de utopia que entre paseos por los jardines oníricos alcanzaste a confesarme suave y gradualmente al oído sino con tu presencia a mi lado, esa suerte de figura regente que es necesaria para llevar este mundo en particular visualizado a dos a buen puerto.

Una vez liberado el credo sigue dictándome a ras del corazón el camino a seguir, en el caso de que esta eventualidad alcanzara a darse. Y es que no es otro mi destino, de propia voluntad y absoluta disposición que la de ofrecer cada gota de mi ser a ese concepto que auna en uno la figura del origen que partimos y el fin que vislumbramos asi como las metas que planeamos y todo lo que se dispuso para alcanzar el objetivo final.

Mente y corazón, ídolo y creyente, divinidad y ser físico (y por extensión mortal) fusionados en un amalgama, imperecedero mientras que el ideal que una vez broto en el cuerpo de ciertas personas no se extinga con la muerte física del invididuo.

Chispas vitales, dinamismo existencial es lo único que poseemos que nos diferencia de esos seres mecánicos que infectan nuestras calles y pueblan cada esquina de este mundo. En nuestra cruzada particular no hay odio, es la indiferencia la que habitando en nuestros apáticas mentes queremos sustituir por un renovado sentimiento de amor y sorpresa, ese que solo puede traernos la ilusión, antes inusitada, por lo nuevo y lo viejo que esta dimensión por ofrecer tiene.

No nos engañemos a nosotros mismos. Muchos serán los que morirán aun en el largo conflicto que queda por delante. No hay tiempo para llorar su perdida ni ofrecer elegia alguna. Solo asi se podrá optar a esa victoria que eventualmente parecería justificar el sacrificio realizado en el dia de ayer, cada vez antojándose mas lejano hasta que quizá nadie lo recuerde llegado el nuevo amanecer…

Pero nadie dijo nunca y menos ahora, sitiados hasta limites de la psique insospechados que seria fácil. Y nuestras fuerzas flaquean al ver tantos recursos perdidos una y otra vez en la misma batalla, para siempre acabar perdiéndola…

¿Alguna vez siquiera volveré en mi tiempo de vida a ver la bandera de nuestra raza ondeando en el seno del apacible viento proveniente de las planicies herbáceas del Suroeste de la capital? ¿Ha nacido siquiera o lo hara en algún momento la persona responsable de restablecer el Mandato Celestial nuevamente? ¿Cuál si no será el fin ultimo del alma de aquellos condenados a resignarse y nada mas que eso?

Demasiadas respuestas para aquel carente de su promesa, sin la presencia de aquella figura envuelta en aquel halo de leyenda, sin siquiera nunca haber alcanzado a verla…



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