Otakus Sevilla  19 abr 2017

Ya no eres la rosa del ayer

Aquella a la que siempre en su dia segui de buen grado, aquella cuya fragancia acontecia cada tarde de verano en tu cuarto, esa suerte de refugio en esos momentos de sopor estival y extenuacion mental en muchos. Tu cuerpo marchito, de alguna manera sigue ahi, ha seguido creciendo nutrido de las aguas de otros manantiales, muy lejos de mi pero a cambio de lo que una vez siempre te distinguia entre las indelebles tinieblas de la indiferencia mas insospechada. Tus petalos lucen quizas mas bellos que nunca y tu tallo se antoja mas estilizado que nunca pero no por eso deja de ser plastico. Plastico, residuos de algun otro proceso feo e industrial, que han ido a adoptar esa figura determinada para acabar por conformarte ahora. Pero esa yo no eres tu. No pude estar ahi para ser testigo de tu tal vez lenta muerte, de esa transformacion que acabo por cimentar las base s de un mundo, de una realidad que es y de la que tanto reniego.

Y sin embargo llorar no puedo, pues se me antojan vacias una lagrimas sin recipiente a las que vayan destinadas. No existe en ninguna parte, ni tan siquiera en mi alma una tumba que aloje tus otrora dulces huesos. No se encuentra en ninguna parte el guion escrito que me revele que paso en el escenario de la obra vital de nuestras vidas cuando yo no estaba en escena. No tan fui ni siquiera quizas un personaje secundario destinado a aparecer alegre al principio, y desdichado al final para lamentar tu perdida. Entonces, ¿quien era yo?

Y la daga en esta representacion, en un acto espontaneo tal vez de originalidad no es clavada en mi propia mano en mi corazon sino por la accion no consciente ya de tus mecanicos brazos. ¿ Alcance a mirarte siquiera? ¿Mereceria la pena alzar la vista una vez mas y ver tus aemocionales ojos de plastico, de mero maniquin de un escaparate que no alcanzare a comprender? Supongo que no

Y ahora con mi muerte, tan silenciosa como la tuya fue en su dia nada cambia en el amanecer del nuevo dia. Un sol se hunde en el crepusculo y nace otro exactamente con los mismos pecados y faltas que tuvo su padre. Me pregunto el porque de las sinrazones y la vanalidad de nuestros sacrificios. Ningun alquimista permuto nunca el cobre en oro. Ningun piedra de Medusa volvio a la vida. Por que deberian entonces las piezas de vil plastico recobrar el candor que una vez poseeyeron? No escuches a los necios que prediquen lo contrario, pues ellos son residentes de otra epoca, aquella en la que de verdadera autoconsciecia vestigio no se encuentra.

Oh, el ruido urbano y su incensante e imperiosa necesidad de desarrollarse hacia las 4 direcciones del planisferio. Entre las maravillas del progreso humano, entre rascacielo y rascacielo han destruido los sitios sagrados del antaño. Nadie se percato siquiera hasta que fue demasiado tarde. Ya no quedan enclave alguno para recordar la presencia en su forma mas primigenia siquiera de los antiguos dioses de Nir Kanai. ¿Creeis que tal hecho no me afecta a mi el primero?

Ya no eres la rosa del antaño, como decia. Solo eres el residuo toxico del que hay que alejarse pues sumida en la llama, al arder tus restos mortales emiten gases metales que alma entera me aniquilan. ¿Donde esta? Anhelo saberlo, alguien debe de saber de donde proviene la infame mirada de esta Medusa moderna que convirtio a mi preciada rosa del desierto en plastico.

Incluso ahora, despues de cierta muerte interna, despues de la necrosis de determinada parte de mi ser, sigo aqui, haciendome esa pregunta. Pensando, paralizado, fantaseando, en vano, por la ansiada respuesta, la llave de esa puerta cerrada a cal y canto para mi de tanto tiempo atras, espiritu en pena condenado a pulular por las calles viendolo todo y a la vez, no viendo nada en absoluto.





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