La soledad deseada es agradable; pero la impuesta es cansina, y, a veces, insoportable, insoslayable, inextricable, indeleble, inexorable, inefable...
Soy un profesor prejubilado de 56 años. Vivo entre Sevillano, Conil y la Sierra de mi pueblo;en Huelva. Cualquier persona puede comprobar lo susodicho sobre los dos tipos de Soledad. Ambas se funden en la misma palabra, muy polisémica; pero ambas se pueden soportar. Pues eso.