Soy un alma que navega
compartiendo su verdad,
aquella que la Vida entrega
cuando gustas de volar
por las cumbres que desvelan
misterios del más allá
pero que rigen los días
de esta inquieta humanidad
que se afana por valores
de consumo y poco más,
sin concebir objetivos
de un espíritu inmortal,
esencia de nuestro Ser,
nuestra eterna realidad.
En el compartir logramos
enriquecer nuestra alma,
dando vida a nuestra esencia
que desde el amor se afana
por darnos a conocer
que el vivir no es añoranza,
sino dar de lo que somos
sin esperar un mañana,
sino el momento presente
que es la realidad que mueve
lo que en su sentir se alcanza.
Mostrando de lo que siento
de ilusiones ocultadas,
de inquietudes y proyectos,
el alma se regocija
y genera los senderos
para que la vida cobre
la coherencia de sus hechos.