Cultura Sevilla  17 nov 2020

Danza flamenca, artes plásticas y monjes cartujos en el CAAC

El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y la Bienal han presentado una exposición sobre «La vigilia perfecta» dentro de la programación que conmemora el décimo aniversario de la declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Esta obra que reunió a Andrés Marín, Giraldillo al baile de la pasada edición de la cita sevillana, y al artista plástico José Miguel Pereñíguez, quien realizó el vestuario y los decorados, cobra una segunda vida. Una proyección con las ocho piezas que bailó en este mismo enclave el pasado 3 de octubre y una muestra de los objetos que se crearon para la ocasión completan la propuesta que permanecerá abierta desde hoy lunes hasta el 25 de noviembre.

«La vigilia perfecta» nace de la adecuación de la danza al entorno. Durante toda una jornada, siguiendo el horario de los monjes cartujos, el bailaor sevillano interpretó desde su perspectiva vanguardista las horas litúrgicas: maitines, laudes, prima, tercia, sexta, nona, vísperas y completas. Con influencias que abarcan desde las chaquetillas de Vicente Escudero y la dramaturgia de Samuel Beckett a San Bruno, fundador de la orden, inmortalizado por Zurbarán sobre una tela blanca, Pereñíguez ideó todo un imaginario elaborado a mano: «Quisimos levantar una obra de arte total: imagen, materia, movimiento, sonido, luz, tiempo, trabajo, escenario... Y quisimos hacerlo con la mirada al presente que nos caracteriza a ambos», afirma su autor.

La Bienal de Flamenco de Sevilla, además, recupera la emisión que en su momento realizó en streaming en su Canal de Youtube, donde también podrá disfrutarse el documento audiovisual original durante estos diez días. «Esto permitirá profundizar a los que solo se quedaron en la superficie. Cuando se tiene la oportunidad de ahondar, se tiene también la posibilidad de valorar de mejor forma lo que se ve. Esto es importante en un espectáculo como este, lleno de vivencias, de manifestaciones y capas que seguramente se descubran en su visionado», asegura Marín, uno de los principales referentes de baile contemporáneo.

Los elementos que componen la escenografía de «La vigilia perfecta» se exhiben en su totalidad en las capillas de San Bruno y Santa Catalina del CAAC. Máscaras, prendas con estudios geométricos inspirados en los hornos de botella de la antigua fábrica de la Cartuja, colores, retazos y detalles evocadores sostienen un discurso del que parte la expresión. Aislamiento, silencio, recogimiento. También el transcurrir del tiempo. La tierra, el hombre, el cuerpo. Una abstracción que en la unión de Andrés Marín y José Manuel Pereñíguez alcanza unos códigos radicalmente propios. Modernidad y barroquismo, rutina y religión, flamenco en contacto con diferentes disciplinas que lo enriquecen. Desde esta mañana, a la vista de todos.



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