Un viaje virtual entre culturas

Por el momento hay que conformarse con la visita virtual de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo [http://tresculturas.org/fundacion/visita-virtual/] que sustituye a la visita in situ del Pabellón que se realizaba antes del confinamiento de manera gratuita cada martes a partir de las 11 horas.

La visita muestra el que fuera pabellón de Marruecos durante la Exposición Universal de 1992, en la actualidad pabellón Hassan II y sede de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo. El edificio se mantiene en buen estado de conservación, con todos los elementos que en su día fueron concebidos para la Expo por el arquitecto francés Michel Pinseau, el mismo que ideó la Mezquita de Casablanca. Para realizar el recorrido se han diferenciado seis zonas distintas: patio central, patio inferior, cine, sala multimedia, los jardines y la terraza.

En su interior, un gran patio octogonal con una fuente con fondo de vidrio que permite ver la planta inferior era el protagonista del pabellón. A través de él, el visitante puede acceder a cualquier planta del edificio. Sobre este, se observaba el «Kouba», el techo móvil en forma de cúpula que se abría desplazándose hacia uno de sus lados para albergar en el interior del patio distintos espectáculos.

El edificio, además de su significación histórica [es uno de los que mejor ha conservado la esencia de su etapa Expo], destaca por ser un auténtico catálogo de artesanías marroquíes, como puede verse en sus cerámicas a modo de mosaicos tanto en suelos como paredes, sus yeserías, los trabajos de madera pintada o la doble balconada del patio central, realizada mediante una técnica de tallado con los pies.

Más de 600 artesanos

Aproximadamente seiscientos artesanos marroquíes dieron forma a los riquísimos detalles del pabellón, como son los enrejados de listones de madera para ventanas y balcones, mosaicos compuestos por pequeñas teselas talladas a mano, motivos decorativos geométricos o florales.

El pabellón Hassan II está situado en la calle Charles Darwin, en la esquina con el Camino de los Descubrimientos y junto a la antigua estación intermedia del telecabina. Está constituido por una estructura de hormigón armado en forma de estrella de ocho puntas, en el que destacan las celosías de embellecimiento en sus fachadas, siguiendo la tradición marroquí, así como los accesos, enmarcados con fuentes y columnas revestidas por azulejos hechos a mano.

La única exposición del pabellón durante la Expo’92 se encontraba situada en la planta baja y se trataba de una colección de esculturas romanas de bronce del patrimonio histórico marroquí, así como fotografías de Hassan II y su familia.

Durante la celebración del año 1992, se situaba en la última planta del edificio «La Mamounia», el restaurante del pabellón, que destacó por su gastronomía típica y su decoración. El visitante podía acceder también a la sala de cine del pabellón, con capacidad para 170 personas, donde se proyectaba una película de 11 minutos de duración sobre la vida en Marruecos. En su exterior, destaca un pórtico enmarcado con láminas de agua que da entrada a los jardines, por donde se prolongaban en acequias de mármol.

Tras la clausura de la Muestra Universal, la Junta de Andalucía solicitó el indulto para el pabellón. En la actualidad, este pabellón es uno de los más bellos que perduran en la Cartuja, y es sede desde 1998 de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo.

AMIGOS DE SEVILLA CON LA FUNDACION TRES CULTURAS DEL MEDITERRANEO