Diez fuentes de Sevilla con historia

Los distintos pueblos que se han instalado en la ciudad a lo largo de los siglos, desde la época romana, han ido conformando nuestra cultura del agua. Pozos, aljibes, lavaderos, abrevaderos y en cuanto a este texto se refiere, las fuentes públicas. Su función principal estaba estrechamente ligada al día a día de los habitantes. Recoger agua para las casas con un fin doméstico y para los transeúntes, un oasis para refrescarse y resguardarse de las altas temperaturas que asolan nuestras calles desde los meses del verano.

Las fuentes han ido conformando una simbiosis entre elementos funcionales y elementos decorativos del entorno urbano y han sido testigo de estilos escultóricos, talladas por virtuosas manos, recrean y simbolizan anécdotas acaecidas en nuestra ciudad y han sufrido transformaciones de su entorno y de ellas mismas, quizás por el paso del tiempo, quizás por el mal comportamiento de algunos de nuestros conciudadanos.

Sea como fuera, hoy ponemos el foco en diez de nuestras fuentes que nos acompañan en nuestro caminar y que, sin quererlo ni beberlo, nos cuentan una historia que la mayoría de las veces pasa desapercibida. Nos lanzamos al agua para descubrirlas.

1. Fuente plaza Virgen de los Reyes

La fuente de la Plaza de Virgen de los Reyes compite con los principales monumentos de Sevilla pero puede presumir de poder ser un monumento por sí misma y de servir como lugar de descanso y refresco para todo aquel que quiera deleitarse con la maravillosa estampa que ofrece su entorno.

Contexto histórico: Su construcción data de 1929, un encargo integrado en el plan de rehabilitación de espacios públicos de la Exposición Iberoamericana. Este punto de refresco se promueve con el fin de hacerle compañía a La Giralda y dotar a la plaza con un elemento artístico para iluminar la zona, convirtiéndose por lo tanto en una fuente-farola. Su autor, José Lafita Díaz.

Qué podemos ver en ella: Consta de una gran alberca en cuyo centro se alza el vástago principal configurado por molduras, pilastras y relieves. En sus cuatro facetas se disponen caras de piedra que vierten el agua sobre grandes veneras. Se remata el conjunto con una farola de hierro fundido con cinco faroles y coronada con una cruz. Destaca el uso de materiales como el mármol blanco, negro y rojo de Alicante y piedra bateig.

Qué podemos visitaren los alrededores: La fuente se encuentra ubicada en el centro de la plaza Virgen de los Reyes, junto a la Puerta de Palos de la Catedral de Sevilla, la Giralda y el Palacio Arzobispal, cuya portada barroca es considerada una de las mejores de este período. Teniendo en cuenta los edificios que acompañaban a la fuente y la perspectiva visual del entorno, José Lafita tuvo que reformar su primer diseño, suprimiendo un tramo intermedio con cuatro columnas.

Datos curiosos: Está inspirada en el pedestal del Templete del Triunfo de la Virgen del Patrocinio. En la ciudad de Kansas [Missouri] y en Zacatecas [México] nos encontraremos reproducciones similares. Fue escenario en el rodaje de anuncios para coches.

2. Fuente de Híspalis

El primer boceto para crear una de las fuentes más representativas de la ciudad estaba inspirado en la Cibeles de Madrid por lo que muchas han pasado a denominarla como «la Cibeles de Sevilla, pero sin leones».

Contexto histórico: Fechada en 1929, también con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, su autor fue el consagrado escultor sevillano Manuel Delgado Brackembury.

Qué podemos ver en ella: Fuente coronada por una Nereida [ninfa de los mares] sobre una flor de loto, que representa a Sevilla. Un conjunto de elementos marinos rematan a la figura, entre ellos tortugas y delfines que ponen de manifiesto la importancia del río Guadalquivir para la ciudad. Sobre ellos, niños que simbolizan el futuro de la ciudad y cuatro infantes que desde el perímetro de la fuente manan agua, figuras que fueron restauradas gracias a las fotografías y documentos gráficos aportados por los ciudadanos para que la «fuente de Sevilla» pudiera recuperar su aspecto original.

Qué podemos visitar en los alrededores: Zona peatonal que supone el acceso natural al centro de la ciudad. En los alrededores podemos visitar el edificio del Hotel Alfonso XIII, construido para alojar a la gran afluencia de turismo de lujo durante la Exposición de 1929, la capilla de Don Rodrigo, el único vestigio de la que fuera la primitiva Universidad sevillana fundada en 1506 por Maese Rodrigo de Santaella, el Palacio de Yanduri, la casa Guardiola y el edificio del antiguo Hotel Cristina.

Datos curiosos: Esta zona era frecuentada por los aficionados sevillistas antes de que se levantara la fuente, así se documenta ya en 1913 con la consecución de la «Copa de Sevilla» cuando el sevillismo acudió por primera vez a celebrar sus éxitos en la Puerta de Jerez.

3. Fuente de las Ranas

Un icono del Parque de María Luisa y de la ciudad de Sevilla, formando parte de su historia y de muchas generaciones.

Contexto histórico: La fuente más antigua del parque data de 1914, fecha en la que empieza a construirse este recinto sobre lo que antes eran los Jardines de San Telmo, cedidos a la ciudad en 1893 para disfrute de todos los sevillanos y visitantes. La construcción original, de la que ya apenas quedan vestigios, es del ceramista Manuel García Montalván.

Qué podemos ver en ella: Con forma circular, está rodeada por ocho figuras de ranas y un pato apoya do sobre una tortuga en el centro. Las bocas de las ranas y el pico del pato sirven para emanar el agua, aunque no siempre están en funcionamiento, constituyendo una de las escenas más bellas del parque.

Qué podemos visitar en los alrededores: Se encuentra situada en pleno Parque de María Luisa, el primer parque urbano de Sevilla y pulmón verde de la ciudad. Dentro del parque, la encontraremos en- clavada junto al Jardín de los Leones y a la Isleta de los Patos, otros de los lugares con más encanto.

Datos curiosos: La belleza de esta fuente hizo que muchos sevillanos pusieran una fuente a imagen y semejanza de esta en sus patios.

4. Fuente de Catalina de Ribera

Fuente de carácter conmemorativo, dedicada a Catalina de Ribera, fundadora del Hospital de las Cinco Llagas y una de las figuras históricas de la ciudad.

Contexto histórico: Realizada en 1921 por Juan Talavera y Heredia, arquitecto sevillano que adquirió hasta el 1926 cargo de Arquitecto Titular del Ayuntamiento.

Qué podemos ver en ella: Frontal arquitectónico de carácter barroco, compuesto por dos cuerpos y dividido en tres tramos. El central está ocupado por el retrato de Catalina de Ribera realizado en cerámica vidriada. A ambos lados se disponen dos pinturas alegóricas de Francisco Maireles, sobre las que se sitúan otras pinturas que representan motivos florales. En la parte superior frontal destaca el frontis de mármol procedente del Palacio de los Marqueses de Pumarejo. El agua queda recogida en una alberca dividida en tres tramos.

Qué podemos visitar en los alrededores: Situada en el Paseo Catalina de Ribera, una de las zonas ajardinadas de mayor interés histórico, artístico, paisajístico y medioambiental de Sevilla. Un paraje donde encontrar sombra y escuchar el sonido del agua y los pájaros en los soleados días de primavera. Muy cercana a la fuente podemos visitar la Universidad [antigua Fábrica de Tabacos] y los jardines de Murillo, entrada al barrio de Santa Cruz.

Datos curiosos: Juan Talavera decidió emplear para esta construcción parte de una antigua fuente del siglo XVI que ocupó el centro de la Plaza del Pumarejo durante el siglo XVIII.

5. Fuente del dios Mercurio

Una de las fuentes más emblemáticas, testigo del ir y venir de la ciudad desde 1576, siempre ha estado situada en la antigua plaza principal de Sevilla sufriendo durante estos siglos numerosas reformas hasta el aspecto y lugar donde se emplaza hoy en día.

Contexto histórico: La actual Fuente de Mercurio data de 1974 y su autoría reside en las manos de Rafael Manzano Martos. Es uno de los elementos identificativos de esta plaza de Sevilla.

Qué podemos ver en ella: Una alberca circular dispuesto sobre un graderío en cuyo centro se alza el pilar decorado en su parte superior por mascarones que vierten agua, roleos, hojarascas y elementos arquitectónicos de estética barroca. Está coronada por la figura del dios grecorromano Mercurio, protector del comercio con espada en alto y caduceo.

Qué podemos visitar en los alrededores: Situada en la Plaza de San Francisco, frente al edificio del Banco de España donde ha residido la mayor parte de su historia aunque no siempre su ubicación actual ha sido su emplazamiento original. Junto a la Plaza de San Francisco, la Plaza Nueva adquiere mayor protagonismo gracias al Ayuntamiento y la zona comercial.

Datos curiosos: Hace casi 450 años cumplía una función vital: abastecer a los vecinos del agua potable que llegaba gracias a los caños de Carmona.

6. Fuente del pato

La fuente del Pato también recibe el pseudónimo de «la fuente errante de Sevilla» o «la fuente viajera» trasladándose en los últimos 200 años por numerosas localizaciones de la ciudad a las que ha sobrevivido hasta nuestros días.

Contexto histórico: Realizada a mediados del siglo XIX para sustituir a la de Mercurio por Bartolomé Morel, un fundidor de metales y maestro artillero que realizó importantes trabajos en Sevilla.

Qué podemos ver en ella: Realizada en mármol con elementos renacentistas y surtidores con formas animales, debe su nombre a un pato de bronce que remata la pila. Del pato sigue brotando el agua que cae de taza en taza por los caños junto a los mascarones.

Qué podemos visitar en los alrededores: El actual enclave de la fuente la sitúa entre la fachada del convento de San Leandro, donde se elaboran las famosas yemas, y un gigantesco laurel de la India, auténtico monumento viviente al ser posiblemente uno de los árboles más antiguos de nuestra ciudad.

Datos curiosos: Desde su emplazamiento a finales del siglo XIX en la zona norte de la Alameda, se le atribuyó al chorro de agua que brota del pato la leyenda de que el líquido emanado del surtidor daría fortuna a aquellos toreros en ciernes que pretendían alcanzar la fama.

7. Fuente de la glorieta de San Diego

Durante la Exposición de 1929, este conjunto sirvió como una de las entradas del evento dando la bienvenida con su belleza a todos los visitantes siendo esta lo primero que veían al llegar a la misma.

Contexto histórico: El proyecto arquitectónico corresponde al arquitecto Vicente Traver y las obras escultóricas están realizadas por dos autores, la central fue hecha por Manuel Delgado Brackembury y las dos de los extremos por Enrique Perez Comendador.

Qué podemos ver en ella: La figura central representa a Hispania con porte majestuoso acompañada a su izquierda por un león que apoya su garra en un globo terráqueo, significando el poder de la realeza. Las figuras de los extremos son alegorías de la riqueza espiritual y material de Sevilla. Por último en su base inferior la fuente vuelca el agua sobre una venera o concha invertida. Sevilla como capital del mundo hispánico queda resumida en esta fuente.

Qué podemos visitar en los alrededores: Ubicada entre la Avenida de María Luisa y la de Isabel la Católica, en su entorno se encuentra situado el teatro Lope de Vega y Casino de la Exposición, antiguos pabellones de Sevilla, obra del mismo arquitecto y que fue portada de la Exposición del 29.

Datos curiosos: El nombre de San Diego es en recuerdo al desaparecido convento de franciscanos descalzos que estuvo en pie hasta el año 1883

8. Fuente de las Cuatro Estaciones

Un elemento decorativo de la zona del Prado de San Sebastián que sustituyó a la famosa Pasarela que comunicaba peatonalmente por medio de escalinatas los cuatro extremos de la plaza.

Contexto histórico: Construido en 1929 por Manuel Delgado Brackembury con la ayuda de Eduardo Castillo y Manuel García, para adornar la amplia zona que había quedado desierta en 1920 tras el desmontaje de la pasarela, siendo uno de los lugares más frecuentados por los ciudadanos.

Qué podemos ver en ella: Se denomina de las Cuatro Estaciones porque es una obra alegórica a la agricultura, situándose en su segundo tramo cuatro esculturas femeninas que representan la estaciones del año.

Qué podemos visitar en los alrededores: Se constituyó como núcleo y punto de encuentro de cuatro avenidas y calles principales: Menéndez y Pelayo, Cid, Carlos V y calle San Fernando.

Datos curiosos: Fue en ciertas ocasiones ornamento fijo de las portadas de Feria, desde su inauguración, hasta 1973 destacando quizás la más monumental de todas ellas formada por tres gigantescos arcos, la de 1966.

9. Fuente Juan Sebastián de Elcano

Para recordar este primer viaje alrededor del mundo el Consistorio sevillano encargó este monumento en 1963 a través de un concurso público.

Contexto histórico: Fue realizado en 1973 por Antonio Cano, escultor y pintor que a partir de esta obra y con 65 años de edad se dedica de lleno a la pintura.

Qué podemos ver en ella: El monumento está dividido en tres partes: un estanque con surtidores, un mural en el que se cobija un mapamundi y una estatua del conquistador y navegante. A la de- recha de todo este conjunto, observamos una columna con cuatro pisos de bajorrelieves, con 10 figuras por nivel. En el primer nivel, observamos la partida de la expedición de Sevilla. En el segundo nivel, se representa el contacto con los pueblos donde desembarcan. En el tercer nivel aparece la lucha con estos pueblos y la muerte de Magallanes. Por último, en el cuarto nivel se representa el regreso a Sevilla y la visita a la Virgen de la Antigua, en la Catedral de Sevilla para dar las gracias por haber sobrevivido. Remata la columna, una Rosa de los Vientos.

Qué podemos visitar en los alrededores: La obra está asentada en la Glorieta de los Marineros, en un extremo del parque de María Luisa, muy próxima al emblemático Costurero de la Reina que actualmente es utilizado como Oficina de Información Turística del Ayuntamiento de Sevilla.

Datos curiosos: Conmemora la hazaña realizada por 250 hombres que zarparon de Sevilla a bordo de cinco barcos, capitaneados por Fernando de Magallanes, decidido a demostrar lo que ya se sabía: el mundo era redondo.

10. Fuente plaza de la Encarnación

Restaurada recientemente para dotarle de vida a esta célebre fuente que tiene el honor de sustentar el título de ser la más antigua de Sevilla. En 2018 fue elevada y puesta en funcionamiento, devolviéndole parte del «protagonismo» perdido tras la remodelación de todo su entorno.

Contexto histórico: Instalada en 1720 junto al desaparecido convento de la Encarnación, de autor desconocido y de estilo barroco no solo fue un elemento ornamental sino que cumplió su función pública de abastecimiento de agua procedente de los Caños de Carmona.

Qué podemos ver en ella: Construida en su mayor parte en mármol con una taza de planta circular en la base y de su centro se levanta un cuerpo que hace de surtidor. Coronado por un remate decorado con cuatro carteles, portado por otros tantos ángeles. En su parte central vemos otro elementos decorativos como máscaras zoomórficas, que era por donde salía el chorro de agua.

Qué podemos visitar en los alrededores: La última reurbanización que ha sufrido la zona incorpora en el espacio donde antes se instalaba el Mercado de la Encarnación un nuevo mercado de abastos, el Metropol Parasol, es decir, las Setas, proyecto del arquitecto Jürgen Mayer y que constituye la estructura de madera más grande del mundo.

Datos curiosos: En una de las caras de la pieza superior de la fuente queda grabada la fecha y el motivo de su creación: «Reinando el católico Rei Phelipe Quinto Ntro. Señor acordó Sevilla se pusiese esta fuente y empedrase esta paza para benefisio común. Año de 1720».