La música, protagonista en mayo del Archivo de Indias

Desde el Archivo General de Indias sugieren para este mes de mayo, primaveral y festivo por excelencia, un recorrido que lleva a distintos escenarios y épocas, pero todos tienen una cosa en común: la música como necesidad vital, como acompañamiento en festejos o liturgias pero, en todos los casos, necesaria.

«La expresión musical, en esencia, es espontánea y ha acompañado al ser humano desde sus orígenes usando para ella su propio cuerpo o los elementos que tenía a su alcance, sin tener que esperar a avances técnicos que, con el tiempo, sí han permitido su evolución. Ante ella, el cuerpo reacciona. La música es evocadora, nos permite revivir sensaciones con tan solo escuchar unos pocos acordes, o provocar un efecto cohesionador que nos hace sentir parte de un todo; aunque, también ha sido un factor fundamental en la reafirmación de las características intrínsecas de cada cultura y un medio de intercambio de esta cultura con otras».

Así comienza el documento del mes de mayo del Archivo General de Indias de Sevilla que en esta ocasión lleva por título «Queda la música». En su interior se explica cómo el encuentro entre los españoles y los distintos pueblos que ya habitaban América, ha supuesto un enriquecimiento mutuo indiscutible, y la música ha sido uno de los elementos más dinámicos de este intercambio.

Evangelización

«Es cierto que la historiografía, hasta hace poco, no ha prestado suficiente atención al tema, pero en este siglo han comenzado a aparecer obras colectivas con estudios sobre múltiples aspectos de estas relaciones musicales», dice. En general, «el interés por evangelizar a los pueblos indígenas llevó a muchos misioneros a conocer la lengua, las creencias religiosas, las tradiciones y costumbres de éstos; y estos conocimientos llegaron a España a través de memoriales, pleitos y otros documentos».

El resultado de la evangelización «fue, en la mayoría de casos, una mezcla entre religiosidad cristiana y folclore nativo», añade el documento. Los primeros documentos de la publicación los dedican a los profesionales que en aquel tiempo decidieron emprender la aventura de irse al continente americano para ejercer su oficio, como hizo Cristóbal Ximénez del Carpio, clérigo presbítero y maestro de canto en La Plata desde, al menos, el año 1560.

Religión y música

Fueron muchos los religiosos que acudieron a la llamada de América para hacerse cargo del coro de sus iglesias y catedrales y que enseñaron a los seminaristas los rudimentos musicales necesarios para ejercer su oficio.

La Corona también se preocupó de regular las enseñanzas musicales laicas, como se puede ver en un documento, de 1830, presente en el documento del mes de mayo y en el que se «envían desde la ciudad de Filadelfia los reglamentos de las academias de música de dicha ciudad y de la de Nueva York, como modelo para la que se pretendía crear en Madrid.

Una pena que no se conservaran esos reglamentos porque podríamos haber visto las influencias norteamericanas en la normativa española», afirma el texto del comumento. Como nos recuerda el Archivo de Indias, la música también fue un perfecto acompañamiento en festejos y celebraciones, y la documentación ha permitido mostrar qué instrumentos o piezas se tocaban en ellos.

El documento propone ejemplos muy llamativos con temática común, como fue el caso de la entronización de Carlos IV. La pieza de este mes concluye para hablar de la música ritual.

La Biblioteca del Archivo General de Indias ha preparado también para acompañar esta pieza del mes en curso una selección bibliográfica sobre la música que puede ver en el enlace www.culturaydeporte.gob.es/cultura/areas/archivos/mc/archivos/agi/portada.html...