Coronavirus Sevilla  07 may 2020

Así será el desmontaje de los pasos que quedaron «varados» en las iglesias

Las iglesias buscan volver, con cautela, a la normalidad a partir de la reapertura prevista para el 11 de mayo con la llegada de la fase 1 de la «desescalada». Templos que tendrán que reabrir con solo el 30 de su aforo permitido y que, por la instauración del estado de alarma el 14 de marzo, dejaron en sus naves pasos a medio montar de cara a una Semana Santa que suspendió sus procesiones poco después. El dilema en las hermandades llega ahora con el espacio acotado en sus iglesias y que ocupan estos pasos: ¿cómo se desmontarán?

Como metáfora simbólica, hermandades como el Baratillo, la Candelaria, Montesión, Jesús Despojado, El Valle, La Exaltación, La Lanzada, San Pablo o La Cena tienen en sus templos estas andas que quedaron como barcos varados al cierre completo de templos. Pasos que empezaron a instalarse cuando la Cuaresma florecía y que, llegado el estado de alarma, los trabajos de montaje quedaron paralizados de pleno al decretar el confinamiento de la población por la pandemia del Covid-19. En otros templos como Santa Cruz, Santa Marina, Los Gitanos, La Hiniesta, la Magdalena, la Universidad, la Trinidad, Nervión o el Santo Ángel, entre otros, quedaron altares de culto que esperan también ser desmontados. La prórroga del estado de alarma que se decretará, la libertad de movimiento de la población y la concentración de personas, determinará que proceso seguir para desmontar estos vestigios de la plasticidad de la Semana Santa que se esfumó de la noche al día y que dejó estampas congeladas durante meses. Otras hermandades de este listado lo tienen más complicado: necesitan reunir a sus costaleros para devolver estas andas a sus almacenes. Y eso, es otra historia distinta.

La vuelta a la normalidad

Las hermandades de la Exaltación y la Candelaria tienen sus pasos de palio montados en sus parroquias de Santa Catalina y San Nicolás de Bari y «no saben cuando podrán desmontarlos». Cuando se decretó el confinamiento de la población, se paralizaron los trabajos y se suspendió, al límite, el pedido de cera para fundir estas candelerías.

En el caso de los del Martes Santo, el hermano mayor Álvaro Delgado, señala a Pasión en Sevilla que «aún no tienen claro» como será el desmontaje, «sabiendo que el templo ya abrirá con las medidas oportunas a partir del 11 de mayo». Apunta, por su parte, que este jueves tienen programado un cabildo de oficiales telemático en el que decidirán algunos temas como este, pero es tajante: «Que las iglesias estén abiertas no nos asegura que haya libre circulación en la ciudad y el prioste vive fuera del municipio». En su caso particular, Delgado señala que «no pisa San Nicolás desde el día 14 y no quiero poner en el compromiso a nadie de mi junta para realizar esa tarea sin totales garantías». Calcula que el aforo estimado del templo, con las medidas de distanciamiento será de entre 70 y 80 personas.

Por su parte, en la Exaltación confirman que también «desconocen» aún que procedimiento van a seguir y que rutina de desmontaje tomarán una vez que el templo abra. El paso de palio de la Virgen de las Lágrimas esta situado en la nave de la epístola, junto al altar de la Virgen del Rosario, con el manto y las tandas de candeleros colocadas.

Las iglesias pequeñas

Un caso

El palio de la Exaltación, montado en Santa Catalina / RECHIdiferente esta en las iglesias pequeñas que, en la mayoría de los ejemplos, están controladas directamente por la hermandad que reside. En estas situaciones, el paso debe ser desmontado para garantizar un mínimo de espacio para colocar y disponer los bancos y sillas en función a la separación requerida para las misas.

En el caso de Montesión, la Virgen del Rosario fue la única imagen que llegó a subirse a un paso en los días de Cuaresma: «Se monta con tanto tiempo porque necesitamos espacio para manejar la grúa». Su hermano mayor, Manuel Soto, ha confirmado a este medio que la dolorosa ya está en su altar y el paso, «en el momento en el que podamos, lo desmontaremos al completo» para poder abrir con totales garantías. Apunta que la sabatina «la estamos haciendo a través de las redes sociales».

Pero aún sin que estuviera el paso, «la iglesia apenas superaría un aforo de 14 personas». Por ello plantea un escenario: «Mientras no podamos tener un sitio donde los hermanos puedan ir con normalidad, cultos habrá pocos y las misas las haremos a través de las nuevas vías de comunicación». También ha confirmado que «solicitaremos la suspensión del cabildo de cuentas del mes que viene. No podemos llenar la capilla de hermanos».

En el caso del Baratillo, apenas cabrán unas 15 personas, como informó ABC hace unos días. Aún no sabe la hermandad si podrá abrir debido a que el paso de palio sigue montado y habría que trasladar la parihuela o desmontarla y ubicarla en un lateral. Con ello, la hermandad celebrará por streaming cuatro misas en los próximos miércoles del calendario.

Otra hermandad con problemas similares es la de Jesús Despojado. Tienen el palio montado en su capilla de Molviedro y suspendieron «in extremis» la mudá del paso de misterio que estaba prevista para el 13 de marzo. «Eso nos hubiera complicado mucho las cosas a la hora de volver a la normalidad, porque ya necesitaríamos de los costaleros», ha señalado el hermano mayor, Rafael Aranda, a este medio.

Como apunta, «la idea es desmontar el palio a partir de la semana que viene». Comenta que a la parihuela se le pondrán las ruedas y se montará en el camión que lo traslade al almacén, pero «hay que estar a las expectativas de las fases de desescalada». Por ello, «se desmontará por fases, con personas controladas por escrito y un número reducido de colaboradores».

Pero, ante la posibilidad de abrir el día 11, Aranda es añade tajante: «En mayo no abriremos, en todo caso lo haremos en junio, por espacios y acondicionamientos de la capilla. Caben 10 personas con un tercio del aforo. Tenemos un sacerdote mayor y, para que solo vengan dos o tres personas a la misa diaria, no merece la pena abrir con los riesgos que puede conllevar».

Para ello, asegura que «están elaborando un protocolo de seguridad con geles y guantes, que solo pueda entrar la gente que lleve mascarilla, señalizaremos el suelo en la zona de nuestras dependencias, pondremos mamparas separadoras en los despachos y habrá vinilos en los bancos». Con esto, «a finales de mayo concretaremos en junta como procederemos en ese futuro» pero argumenta: «Hay muchas personas mayores que ya han avisado de que de momento no quieren arriesgarse para ir a misa. También tenemos que evitar que llegue un hermano desde muy lejos y dejarlo en la puerta porque este el cupo lleno». Por eso, «no nos arriesgaremos a abrir aún», apunta el hermano mayor.

Los pasos de cristo

El otro gran dilema en el desmontaje de muchas hermandades están en las que hicieron traslados de sus pasos de Cristo a sus templos días antes del estado de alarma. Corporaciones que tienen entre sus naves un elemento de gran tamaño -como son estas andas- y que ocupan gran parte del aforo que se necesita estos días para abrir con las mínimas garantías.

En los Terceros, la Cena tiene a los pies de la nave central el paso del Señor de la Humildad y la parihuela de la Virgen del Subterráneo, mientras que el misterio está a buen recaudo en el taller del carpintero Enrique Gonzálvez. Su hermano mayor, Álvaro Enríquez, ha comentado a Pasión en Sevilla que «cuando podamos juntar a seis o siete personas, los moveremos con las ruedas y lo meteremos en la capilla que sirve de almacén. No llevaremos el paso a nuestro almacén del entorno del Pumarejo para evitar convocar a los costaleros».

Pero, las ventajas de hermandades como la del Domingo de Ramos no las tienen otras como la de la Lanzada. Apenas unos metros separan el almacén de la iglesia de San Martín, pero «para llevar el paso de misterio tenemos que convocar por fuerza a los costaleros, por eso aún no sabemos en que momento podremos reunirlos», apunta su hermano mayor, Antonio Ramírez.

Dos pasos que permanecerán a los pies del templo y que permitirá un aforo de entre «35 y 40 personas, contando el espacio que ya ocupan los pasos», comenta el hermano mayor.

En la Anunciación quedaron los tres pasos del Valle, con los dos misterios «prácticamente terminados», recuerda su hermano mayor, Gonzalo Pérez de Ayala. La idea de esta corporación es «no llevarlos aún» hasta el almacén situado en la calle Castellar y «dejarlos en la iglesia hasta que no esté seguro meter costaleros debajo».

Andas que ocupan centímetros útiles para los fieles. Por ello, «hablaremos estos días con los priostes y veremos donde los colocaremos para que no estorben en el aforo. Gracias a Dios tenemos una iglesia grande».

En el barrio del Polígono de San Pablo existe un problema similar. Desde el 6 de marzo, el paso de misterio, sin respiraderos y con las figuras tapadas está en el interior de la parroquia de San Ignacio de Loyola. Su hermano mayor, José Luis Pérez, apunta que ahora está todo «parado», porque «mientras no nos vayan marcando unas pautas, el paso no se puede mover. No puede ir al almacén con ruedas, aunque esté justo detrás de la iglesia, necesitamos al menos un 75 de los costaleros para poder llevarlo». Ante este dilema, agradece «a la parroquia y a la comunidad de trinitarios el dejarnos tenerlo allí ocupando el espacio que se necesita para los fieles».



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