Nadie motiva a nadie

Estar motivado es tener motivos, creo que en esto puede que haya cierto consenso. Ahora bien, en la medida que los motivos, haciendo uso de la psicología de la motivación, y más concretamente de la teoría de la motivación de logro de Atkinson, son disposiciones o rasgos relativamente estables que impulsan hacia la realización de una tarea de forma exitosa, o bien, para evitar el fracaso, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que NADIE MOTIVA A NADIE, pues esos motivos son muy personales, cada persona tenemos los nuestros. Lo que sí podemos hacer los que trabajamos en esto de la motivación, es acompañar a descubrir motivos y/o acompañar también para descubrir y/o cómo cambiar circunstancias favorecedoras para su logro. Y también es importante decir, haciendo ahora uso de los procesos psicológicos básicos, que no todos podemos hacer de todo; a esto hay que unirle los determinantes físicos o biológicos, más los condicionantes sociales y/o circunstancias. Ya lo decía Luis Chiozza, psiquiatra argentino, “aun asumiendo, que me cuesta, eso de -querer es poder-, hay que poder querer”. Y no olvidemos a nuestro gran filósofo Ortega y Gasset cuando escribió en 1914 eso de "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Hay ocasiones en las que NO SE PUEDE, y no pasa nada. En estos casos, en mi opinión, lo más sensato es revisar objetivos y acompañar en la toma de conciencia de las posibilidades reales para su consecución o no. Y en el caso de que no, tal vez lo más sensato sea cambiar de objetivo. Si no hacemos esto, correremos el riesgo de poner en el camino de la frustración a una persona. Y créanme que me he encontrado a más de una, que había escuchado a no sé qué “mente experta”.

Como ya sabemos, el Coaching es un proceso de acompañamiento a través del cual ayuda a alcanzar un determinado objetivo, bien sea personal o profesional, Como proceso que es, tiene sus pautas, herramientas y determinadas habilidades que son necesarias para un óptimo desarrollo, siendo clave el compromiso por parte del coachee o cliente. Hasta aquí todo perfecto. No deja de ser un proceso más de los muchos que se pueden utilizar para lo mismo. Habrá personas que les vaya bien y otras que no, y esto va a depender de muchas variables: conexión coach-coachee; creencia en la metodología por parte del coachee; competencia del coach; etc. Sinceramente pienso que, llevado de forma responsable, con la suficiente, oportuna y acreditada formación y, sobre todo, con riguroso y serio criterio, es una herramienta que puede funcionar ante un determinado tipo de propósitos personales y/o profesionales. Ahora bien, el Coaching no es ni mucho menos “la panacea para los problemas del mundo”, ni mucho menos sirve ni se debe utilizar con problemas de corte psicopatológicos, que es como muchos/as lo venden a todas horas y en todos los sitios.

Quiero hacer especial mención a otra herramienta para mí cada vez más importante y eficiente, con una base empírica muy amplia, se trata de la Entrevista Motivacional, que cada vez utilizo más. Esta última es más de corte clínico, aunque ya se utiliza en otros ámbitos, y existen otras.

Por favor, tengan mucho cuidado con los/as pseudomotivadores/as del “querer es poder”, “los límites los pones tú”, “sí se puede”, etc., pueden hacerte mucho daño. Hoy he vuelto a ver escrito eso de “querer es poder”.

E insisto, si hablamos de problemas de salud, tipo depresión, ansiedad u otros, por favor, a los/as profesionales de la salud mental.

Imagen: Pixabay.

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