Amor Sevilla  09 dic 2018

La muerte callada

Se imaginan estar viendo todos los días las mismas cuatro paredes. Los mismos cuadros familiares. Los mismos programas a diario. Se imaginan estar postrado en una silla y desde ahí pensar en una vida que no ve, pero que siente transcurrir lenta e inexorable. Se imaginan esas miradas a un reloj a cada hora, a cada minuto acaso, esperando un acontecimiento que rompa la amarga y lenta rutina de la muerte, porque la soledad es una muerte a dentelladas finas; y transcurre una hora, cuatro, todas, ninguna, y ese esperado acontecimiento, que lo es por no llegar nunca, ese acontecimiento que se espera con resignacion; llegará a serlo cuando alguien te hable; cuando te dediquen una sonrisa, un beso. Ese acontecimiento será el hecho de que por fin tus hijos reparen en que existes y por un momento; por un breve momento que lo rememorarás a cada hora, a cada minuto acaso; ese acontecimiento se convertirá en la vida misma. Despues; de nuevo la espera, el silencio, la muerte callada.

(C) Fran Bretones





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