Amistad Sevilla  12 sep 2018

La leyenda de los cristales

Lo que se nos esconde entre horizonte aciago,

prisma nevado de estropeado fundamento que se rompe

como la tela de una cometa largamente atrás olvidada..

Mito caído en saco roto de insensibles tejidos,

una historia que no alcanzó a refulgar por segundo siquiera,

silenciada pues, por tan temibles de cierto mal, reflujos.

21 fragmentos que fueron a extraviarse, a dispersarse por un mundo sin igual,

piezas de ex puzzle ahora a la deriva en semejante mar de sombras,

entre cresta y cresta tumultoso camino de luz quebradiza en busca de ellos.

Preguntándose por lo que una unidad, compacto cristal se presume que fue una vez,

nadie ya posee satisfactoria respuesta, conocimiento elemental, chispas de saber

ascuas de fuego, por tanto extinguido permanece en lo más alto de solemne torre urbana.

¿Por qué te ciegas a ti mismo con alarida mano sangrante de sangre invisible?

- Porque cuando la cancela se cierra e infames números en la tarde noche se hacen uno duele el reflejo de rostro renegado en espejo de necios.

-¿Y qué hay de un lamento, aquél de deseo por diez mil veces nunca concebido?

Pena que no es pena sino el miedo en la nada, la que se forma cuando el resto de una gama de placeres se acumulan y sin embargo adviertes que no te dicen nunca por más nada...

-¿Dónde está la valedora de la llave que abré en el monótono bloque insospechada por muchos puerta sacra?

Probablemente asesinada por el nihilismo de un no existir, un no en común cruzar o bien bajo la cuchilla del mal de nuevo clero, de esos que siguen mientras escribo cada gesto, destruyendo un macromundo cubierto ya de tantas letales toxinas verbales.

¿Qué es para ti, en cuatro líneas atemporales lo más funesto de cierta existencias en este plano de un Olvido?

La sensación de estar atado con unas cadenas de pensamientos de las que ningún otro podrá jamás manifestar llave física para poder escapar. Saber que somos Infinitesimal Muerte, cada instante una miríada de trenes que se escapan para no volver. Ser conscientes de ser patéticas carcasas incapaces de dar importancia a nada que la tenga.

¿Quién es Layoru realmente?

Layoru es la felicidad que desaparece en la brisa de lo ya inconcebible. La impotencia ante todos los límites fisico-químicos ante los que nuestra psique permanece esclava. Espejismo de la posible dicha suprema que representa el mañana que nunca llega. La sonrisa amarga ante el portal de los 7 años de lo que pudo haber estado siendo y no es. El recuerdo agridulce de hermana muerta que no volverá a despertar. Teléfono sombrío cubierto de polvo en línea que por otro día no suena. Sol decadente en solsticio de invierno cuando el niño agazapado espera en la hueca esquina aún su fiesta de cumpleaños sorpresa sin reconocer que ya no vendrá nadie.

Todo eso y más, cada lamento, precisión, remarque, sensación o realidad no es sino escama obscura que poco a poco en su conjunto lo acaban por ir, en el hilo de un mito, definiendo, precisando y permitiendonos advertir un poco más su presencia en este plano de la Existencia.

Layoru también se encuentra dividido en irrisorios fragmentos al parecer. Al parecer el Primigenio siempre ha sido en su naturaleza un Cristal... Desde el amanecer de unos tiempos, ahora estando siendo determinados estos...





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