Traicionada la faz de unas intenciones
un pasado que por lo que ya se ve,
no fue sino nada de plata adornada
solo resta la soga colgada en árbol de recuerdo y emoción caduca.
¿No percibes a mi alrededor una estela renegada de sentimietos ya vácuos?
¿No sientes como me tratan como el antihéroe que cierta historia parece merecer?
En tus puentes de plata y estancias de mismísimo cristal brillante como sol de mediodía
no espero ya que sientas el influjo distorsionado de obscura persona , para ti nunca grata.
Esta tenebrosa figura ahora, pudo haber sido la divinidad de otra hermosa jornada
La extremidad entre la bruma del recelo, una mano cándida junto a amable sonrisa
Y el azote de unas palabras falsas hubiérase visto en dulce cantar convertido
Por eso y mucho más que en mi cabeza sale a flote en tan mala hora...
Cúan de terrible resulta ahora tu no nunca existir