El velo es más oscuro tras el pasillo solo habitado por manifiestas presencias
de un recelo, de una profunda expresión carente de sentido al resto
un sacrificio emitido para gozar de tan grandilocuente sensación certera.
Cuando el proximo otoño llame a la puerta y tras la pared contigua
las sombras empiecen a habitar otrora inocente Monte de Venus
¿Adónde rehuiras cuando el agua obscura de un pensamiento
las paredes de tu ideal empiecen a corroer y a filtrarse?
Ella está muerta pero al parecer su cadaver rezumará falso aroma por mucho más
Se mueve y continúa su hueco existir, al parecer, nadie se percata de macabro espectáculo salvo el más tetrico de los bufones de olvidada era.
Figura retorcida de sellados labios y ominosas sonrisas, llevame de la mano
acompañame al eclosionar de los nuevos soles y la muerte de la Luna Antigua.
Te lo ruego como nunca otra cosa hasta ahora te haya jamás te pedido
Permite ahora el tan anhelado renacer en sus mentes y elevame hasta ese cielo
gris y repleto de nubes de lluvia al anochecer de unos tiempos
para contemplar cierta obra que en algún momento pasado erigiste en esta tierra
sin que nadie se diera cuenta de ello, sin mover siquiera una fibra física en el tejido de una realidad.
Hazme si quieres morir, desaparecer de tantos sitios y renunciar a tantos posibles desenlaces o pretendidos enclaves en algún momento de mi hasta ahora existencia
Todo, con tal de ver desde tan intangente plano el descenso de tan, tan deslumbrante figura como astro reinante de un cosmos remoto tras nuestra habitación.
¿Llegado el momento, entenderá por un instante el pleno significado de tantas extrañas palabras, frases que se pierden en el aire nada más ser pronunciadas?
Dos mariposas danzan en síncrona sucesión de figuras en un plano que antes nadie creyó posible.
Fruto de su vorágine efímera acaba por surgir el hilo con el que se hilvanará el futuro de los versos, ahora entrelazados por lo que quiera ser, cierta Eternidad.