Falsa realidad que pretendimos idolatrar juntos
es lo que vienes ahora a adorar allá a lo lejos
en lo que en la otra punta del mundo resta
como si el plástico barato de sus crueles cabellos
y las sonrisas de pirita entre distorsionado ecos
entre caras intrigantes de perfección bizarra
fueran la redención de bella idea
que desde el verano de una inocencia tan simple como excelsa a su manera
persigues entre los campos de dorado trigo en las explanadas del rio de la vida