Una eternidad para esbozar un gozo que nunca llegaría
Milenios perdidos entre mitos desdibujados de la piedra sumergida
Siglos desde la última vez que vislumbre en persona la virtud de un recuerdo
Décadas de vida andrajosa y monótona que me aguardan sin tu presencia común
Años de cadenas que se antojan demasiado pesadas para perderlas ahora como si nada
Meses que en vil ceguera en recurrente sucesión fatal acompañan al plenilunio corrupto
Semanas de calor arduo y atroz, un desierto que solo se siente por dentro del mismo ser
Días de Coca Cola y rosas, tal vez azules, que podrían estar siendo y nunca lo serán
Horas de incertidumbre cruenta dentro de la mente hueca, sin nada digno en que pensar
Minutos de composición en lo que en tu ausencia se vuelven galímatias cutre sin sentido
Segundos ambivalentes de redención y mera condena cuando pienso en tu inmaterial ser
Una nada; eventualmmente inherente a la propia vida tras el sinfín de los pasos
Final destinado; ¿ Acaso mereció la pena recorrerlos sin ti?