Me cautiva…
me encandila…
me fascina tu mirada
porque a cada risa tuya tintinean
esos tus ojos lindos,… esos tus lindos ojos,
que reflejar ni osa tu espejo
los que cada noche invento sin argumentos,
los que expreso ***** en estos versos,
los que suspiro ansioso a cada encuentro .
Henchido de amor me siento
al sumergirme en esos tus ojos…
luz, calma, tranquilidad plena,.. sensaciones…
me evocas el quieto mar abierto...
y ya vivo sin rencores,
ya respiro sin desvelos,
ya te ensueño sin enojos,
ya alcanzo alzar el vuelo al cielo.
¿Sabes que engalanas donde posas tu mirada?
¿Sabes que prendes toda mi alma de tu alegría?
Eres sonrisa fresca,
pasión pura personificada,
mis más ilusionante fantasía,…
lo que perdura para siempre
lo que me hace levantar cada mañana.
Y al emerger cual tardío sol de invierno,
cuando tus pupilas a las mías rozan,
dulcifican cada poro de mi ser,
me embriagan en abrazo tierno,
obsequiándome el alma aciaga
con la más pulcra de las rosas.
¡No, mi amor… ¡No
No me cierres tus ojos todavía,
que se me fuese la vida en ello,
y mueriese en la apatía
de no saber recordar ni mis propios recuerdos,
de no poder vivir ni la propia vida mía.
Si tan sólo requiero un momento,
palparte cerca, musitarte un “te quiero”,..
que mi sangre pulse en hondo latido
que mi corazón desborde mis sentidos
que de tu amor se sacien mis anhelos
uno a uno. . .
cada vez que en ti yo pienso.
¡Ay, …. Esos tus ojos, niña…
tus ojos esos,…
a mi alma susurran cada línea,…
a mis manos conducen cada verso.