La música es el alimento del alma. Afortunadamente desde hace tiempo el panorama musical sevillano no se limita solo al flamenco. Me encanta asistir a conciertos de jazz, blues y rock del bueno, sin descartar otras opciones como la clásica. Mi propósito es crear un pequeño grupo de aficionados a este tipo de conciertos, de entre los treinta y los cuarenta años, para planear y asistir a lo mejores espectáculos sin resentirse mucho el bolsillo.